Y así se quedó Gamarra

Hay muchas partes de Colombia que diariamente son afectadas natural y económicamente las cuales no todos conocemos, si tan solo supiéramos que por más mínimo que sea el daño afecta a las personas mas vulnerable económicamente y a los que habitan las zonas rurales, pero algo si es seguro y es que algún día todo ese daño afectará hasta a los políticos. 

    

Gamarra - Cesar está sufriendo, sus habitantes, su flora y fauna, cada día hay más deterioro en la salud de las personas y los animales, cada día quedan tierras y cultivos afectados, cada día las aguas residuales descienden por el río contaminando mas territorios, dejando al paso cuerpos sin vida de más animales. Lastimosamente todos estos daños son irreversibles pero ¿Se pueden evitar? creo que la respuesta a esta pregunta la podemos responder  todos, por más o menos experiencias que tengamos en el tema, pues esta es SI, no podemos revertir pero podemos hacer un cambio para el futuro, para que el día de mañana haya un ambiente más sano, porque sabemos que es un derecho vivir en un ambiente sano, pero no lo aplicamos, no nos comprometemos a hacer un cambio por más pequeño que sea, ya que es importante. 

No todos nos vemos afectados a este daño pero, hoy quiero que todos seamos la voz de ese pueblo sufriendo, la voz de aquellos que no pueden hablar.

Entre los años 2008 y 2011 el exalcalde Gabriel Alberto Giraldo Escudero prometió dos PTAR en el sector tras el presunto detrimento patrimonial de $800 millones, producto de posibles irregularidades en la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales fue imputado por los delitos de contrato sin cumplimento de requisitos legales y peculado por apropiación. Además, la Dirección Especializada de la Fiscalía contra la Corrupción vinculó a la investigación a su secretario de planeación, Wilson Ruiz Tello, y al contratista Carlos Alberto Gonzáles.

Aunque según la información de la comunidad, en este proyecto solo una planta fue terminada pero las dos cuentan con un sistema de alcantarillado y agua potable. Según la fiscalía el exmandatario y su administración no observaron las normas vigentes para obras de gran impacto relacionadas con el sector de agua potable y saneamiento básico en trámite, celebración y liquidación del contrato No. 11 de 2013, dispuesto para la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales que beneficiaria al caso urbano del municipio.

La avaricia de la gente muchas veces le cuesta la vida de otros seres vivos. Estos funcionarios aunque no tenían todos los permisos legales para realizar esta obra, le prometieron al pueblo una vida más digna con su propia PTAR, los ilusionaron, les hicieron pensar que esa vida llena de malos olores y enfermedades iba a terminar, pero lo que no sabían era que todo iba ser igual o peor que antes. La farsa continuaba, la ilusión de las personas cada vez era más grande, terminaron las planta de tratamiento, hicieron una inauguración, pero nunca llegaron los operario. “Es que aquí hicieron la obra pero después que la instalaron y vinieron y la inauguraron nunca hubo un operario, eso hizo que se deterioraran los equipos, esa planta nunca funcionó y pese a eso, varias veces le han invertido plata, los han pintado pero nada, esa planta de tratamiento colapsó sin que hubiese  entrado en operación”, puntualizó Leónidas Pineda. 

En consecuencia a esto, las aguas residuales fueron recorriendo la tierra hasta llegar a unos de los brazos del rio magdalena en la ciénaga la teresa, y a su vez el río se llevaba las aguas sucias, contaminando tierras, cultivos, dejando a su paso animales acuáticos y terrestres, generando enfermedades  y emanando malos olores que no los deja vivir en paz.